Definir nuestro mercado, o mejor aún nuestro nicho de mercado, nos ahorrará muchísimo tiempo y dinero para alcanzar nuestros objetivos.
Para eso debemos tener muy clara nuestra propuesta de valor, nuestro cliente ideal y el lugar que ocuparemos frente a nuestros competidores directos e indirectos.
Para definir esto debemos estudiar el mercado buscando un lugar (sweet spot) que podamos llenar con nuestra propuesta, un público que esté mal atendido o subatendido y definir un mensaje claro y dirigido, entendiendo que solo puede resonar en algunos y no en todos.
Una herramienta muy útil para ayudarnos en este análisis es el benchmarkin, que básicamente se trata de detectar y conocer a los competidores que son referentes y líderes en nuestro sector, dentro o fuera de nuestro mercado, para analizar sus propuestas de valor y nutrir la propia con su experiencia.
Definir nuestro posicionamiento en nuestro mercado (local, regional o internacional) es clave para alinear nuestros esfuerzos y comunicaciones en la construcción de sentido que brinde diferenciación a nuestra propuesta de marca.
¿Tu marca conoce su mercado?
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