Decir que todo es diseño puede parecer una exageración, pero sin embargo es una realidad.
El diseño es creación pero ante todo solución de problemas y mejora para nuestras vidas.
Hoy el diseño ha dejado de ser percibido como algo “accesorio”, ornamental o atractivo y empieza a valorarse como un proceso, un modo de pensar (design thinking) y promover la innovación, la incorporación de valor y la diferenciación en productos y servicios dentro de las empresas.
El diseño es un valor diferencial y una real ventaja competitiva.
El diseño está presente en todo lo que vemos, consumimos, deseamos y sentimos.
Es parte fundamental de nuestros productos y servicios, y también de la experiencia de nuestros clientes, de la propuesta de nuestros locales, nuestras oficinas y centros productivos, define nuestros procesos y moldea nuestra cultura de empresa.
Invertir en diseño, puede parecer un costo elevado y secundario a nuestra actividad, pero es fundamental para destacarnos y siempre será una buena inversión si se hace profesionalmente.
¿Tu marca esta invirtiendo en diseño?
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